Atrás paella, atrás!!!!
En mi casa existe un ritual culinario y es que todos los jueves se debe comer arroz, pero no arroz a la cubana, no rissoto, no arroz malayo. Debe ser la paella.
Esto se debe a que los jueves mi abuela por parte materna viene a vernos y a ella le encanta la paella así que el jueves se ha hecho el día nacional de la paella, a mi no me importa mucho, pero ha llegado un punto que es oler como la están cocinando que me entran nauseas, a mi me gusta la paella no penséis que la odio, pero esta llegando a un punto que me siento en la mesa miro el arroz y pienso, porque no puede ser arroz a la cubana con su tomatito, su huevo y su plátano (si yo soy de esa minoría que le gusta el plátano frito y por cierto lo hago de maravilla, pregúntenle a pennywise que un día le hice uno) así que no tengo más remedio que resignarme y comérmelo con poca gana pero lo como, porque hambre hay y menos da una piedra, lo que también me fastidia de la paella es que siempre me pringo, con las gambas escamarlanes, y cangrejos y se me quedan las uñas (las poco que tengo porque me las arranco) naranjas, de un lindo color naranja sucio como si todos los jueves me tiñera las manos de hena.
Pero bueno he de aguantarme y comerme la paella, cuando será el día que mi madre haga arroz a la cubana, rissoto, o arroz negro o incluso una fideua, que es como una paella pero con fideos, solo quiero que el olor de la paella desaparezca durante una semana, y pensar que hoy podía haber sido ese día si se hubiera ido mi madre y mi abuela a Barcelona de comprar.
Esto se debe a que los jueves mi abuela por parte materna viene a vernos y a ella le encanta la paella así que el jueves se ha hecho el día nacional de la paella, a mi no me importa mucho, pero ha llegado un punto que es oler como la están cocinando que me entran nauseas, a mi me gusta la paella no penséis que la odio, pero esta llegando a un punto que me siento en la mesa miro el arroz y pienso, porque no puede ser arroz a la cubana con su tomatito, su huevo y su plátano (si yo soy de esa minoría que le gusta el plátano frito y por cierto lo hago de maravilla, pregúntenle a pennywise que un día le hice uno) así que no tengo más remedio que resignarme y comérmelo con poca gana pero lo como, porque hambre hay y menos da una piedra, lo que también me fastidia de la paella es que siempre me pringo, con las gambas escamarlanes, y cangrejos y se me quedan las uñas (las poco que tengo porque me las arranco) naranjas, de un lindo color naranja sucio como si todos los jueves me tiñera las manos de hena.
Pero bueno he de aguantarme y comerme la paella, cuando será el día que mi madre haga arroz a la cubana, rissoto, o arroz negro o incluso una fideua, que es como una paella pero con fideos, solo quiero que el olor de la paella desaparezca durante una semana, y pensar que hoy podía haber sido ese día si se hubiera ido mi madre y mi abuela a Barcelona de comprar.
5 comentarios
Silvestrin -
Y bienvenida al blog
evi -
Silvestrin -
Patch -
pennywise -